miércoles, 26 de diciembre de 2012

El Alma de la Mujer

¿Qué es el Alma de la Mujer? De casi todas la Antiguas Civilizaciones, las que más interés pusieron en el papel femenino, han descrito el Alma de la Mujer según cuatro características perfectamente válidas para el momento presente: Vida, Energía, Amor y Sabiduría. Con estas cuatro características, que son sus verdaderas armas, la mujer es la heroína ideal para salir a su propia batalla.

El Alma de la Mujer es Vida en todos los sentidos, no sólo porque la mujer puede dar a luz, sino porque está capacitada para ayudar a vivir, y es la gran educadora. Ella puede criar, impulsar, inspirar... en sus manos está el dar la vida y mantenerla. Un gran expositor de los mitos modernos, Joseph Campbell, decía que lo fundamental es que la mujer puede dar vida a un cuerpo, a un Alma, a una sociedad, a una Civilización, pero que si no se le da la oportunidad de otorgar vida, pierde su razón de ser.

Necesita insuflar esta vida con su particular forma de Energía, que es otra de las características de su alma. Dicha energía no es muy impulsiva, sino más bien una resistencia, una constancia; puede soportar cosa increíbles, como increíble es su paciencia. Esa es una gran arma para ella, no porque esté oprimida, sino porque es resistente. Quizá no tiene una gran resistencia física, pero tiene una enorme resistencia psicológica; esa es su Energía, que puede transmitir en forma de serenidad, en forma de fuerza ante las dificultades, ante el dolor.

La mujer es Amor. Sé que todos amamos, hombres y mujeres. Pero el hombre ama de tal forma que incluye el amor dentro de su vida, y la mujer hace del amor su vida. ¿Qué es el amor en la mujer? Un arma de doble filo: si el amor es pequeño, con minúsculas, se convierte en un amor egoísta, posesivo; es el miedo de no ser amada, antes que amar; de no ser valorada, antes que valorar. Pero si el Amor se le despierta a la mujer desde el Alma, entonces tiene la gran capacidad de unión. La mujer une, tiene la capacidad de cohesionar, de congeniar personas, almas, de poner de acuerdo a quienes no lo están: su Amor es una gran generosidad.

Su Amor es capacidad de percibir la Belleza, la Armonía, de luchar por la Justicia. Por eso la mujer es Amor y también es Sabiduría, con una mente práctica y ordenada pero con el discernimiento que la caracteriza. Porque si le preguntamos por qué hace las cosas siempre sabrá contestar.

Y sobre todo tiene una gran fuerza que no debe desaprovechar jamás: es su Intuición. Piensa sintiendo. A veces se menosprecia esta manera de pensar, sin embargo en la mujer, la idea unida al sentimiento, se convierte en intuición y anticipa cosas, las presiente con enorme habilidad: ésta es su Fuerza, ésta es su Sabiduría. Lo llamamos Intuición más que adivinación, porque no es tan bajo como una simple adivinación: ella simplemente «sabe».

Conociendo un poco más el secreto que encierra el Alma de la Mujer, ella podrá reconocer sus fuerzas y capacidades para hacer innumerables cosas; identificándose con aquellas que la hagan más grande y más noble; con generosidad, porque la mujer pide para dar y exige porque siempre sabe tener las manos abiertas.

Si la mujer sabe dar Vida, sabe dar Energía, entonces ella será verdaderamente protagonista, y en vez de esperar un Día de la Mujer, habrá todos los días un momento para poder referirse a la mujer, y un momento para que la mujer pueda vivir armoniosamente con el hombre. Entonces es posible que hagamos un Día Internacional de la Humanidad y disfrutemos de esa paz y de esa serenidad que entre Hombres y Mujeres habremos de conquistar, siempre y cuando conquistemos antes el Alma de la Mujer, y por qué no, el Alma del Hombre.


Delia Steinberg Guzmán
Directora Internacional de Nueva Acrópolis

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