A veces llegan momentos en la vida en que decimos "¿Otra vez?" o "¿Por qué a mi?". Por lo general aquellas frases tienen un sabor amargo y vienen con recuerdos de momentos que no nos agradaron, que no fueron fáciles de afrontar y que creíamos ya superados, pero ¿Por qué es que a veces pareciera que la vida se repite?, o tal vez la pregunta sea ¿Para qué es que todo esto parece volver a suceder?.
La vida participa de Ciclos y a cada momento inician y terminan Ciclos de toda índole. Un Ciclo define que en el tiempo se irán repitiendo características esenciales del pasado y es muy importante considerar también las situaciones que ponen a prueba las virtudes.
Una gran debilidad reside en el no saber usar el pasado y empezar a sentirse derrotado antes de luchar creyendo que no se pueden superar las cosas, pero la verdad es que el pasado no esta para ser un motivo de resignación, sino para aprender y evolucionar. Intentar desesperadamente cambiarlo puede traer graves consecuencias. Pisar sin cuidado un antiguo suelo levanta mucho polvo, polvo que con el viento puede crear otros caminos en el aire y hacernos perder el actual presente, vivir en el pasado no es vivir.
Los motivos por los cuales no nos podemos desprender del pasado son varios, pero entre ellos encontramos la frustración por aquellos acontecimientos que no pudimos evitar y el remordimiento o vergüenza por aquellos que si estaban bajo nuestro control. Pero el pasado no se puede cambiar, la Naturaleza simplemente no lo permite por que no es necesario.
Si hemos tenido un pasado delicado, no debemos dudar de nosotros mismos, de nuestros principios y de nuestras fortalezas, consideremos que somos capaces de superar cualquier obstáculo que se aparezca y afrontarlo con esperanza y entusiasmo. Los acontecimientos sirven para aprender y la Ciclicidad nos da la oportunidad de rendir una prueba similar en esta vida, en la siguiente o a veces más pronto de lo que uno puede llegar a creer. Que esto que nos pase nos haga afianzar nuestros conocimientos pasados y reparar nuestros daños.
La vida participa de Ciclos y a cada momento inician y terminan Ciclos de toda índole. Un Ciclo define que en el tiempo se irán repitiendo características esenciales del pasado y es muy importante considerar también las situaciones que ponen a prueba las virtudes.
Una gran debilidad reside en el no saber usar el pasado y empezar a sentirse derrotado antes de luchar creyendo que no se pueden superar las cosas, pero la verdad es que el pasado no esta para ser un motivo de resignación, sino para aprender y evolucionar. Intentar desesperadamente cambiarlo puede traer graves consecuencias. Pisar sin cuidado un antiguo suelo levanta mucho polvo, polvo que con el viento puede crear otros caminos en el aire y hacernos perder el actual presente, vivir en el pasado no es vivir.
Los motivos por los cuales no nos podemos desprender del pasado son varios, pero entre ellos encontramos la frustración por aquellos acontecimientos que no pudimos evitar y el remordimiento o vergüenza por aquellos que si estaban bajo nuestro control. Pero el pasado no se puede cambiar, la Naturaleza simplemente no lo permite por que no es necesario.
Si hemos tenido un pasado delicado, no debemos dudar de nosotros mismos, de nuestros principios y de nuestras fortalezas, consideremos que somos capaces de superar cualquier obstáculo que se aparezca y afrontarlo con esperanza y entusiasmo. Los acontecimientos sirven para aprender y la Ciclicidad nos da la oportunidad de rendir una prueba similar en esta vida, en la siguiente o a veces más pronto de lo que uno puede llegar a creer. Que esto que nos pase nos haga afianzar nuestros conocimientos pasados y reparar nuestros daños.
"Aprende del pasado y contruye tu futuro, construye tu futuro o sopórtalo"
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